En el análisis esotérico del número, debemos tener en cuenta la división tradicional entre número pares y números impares.
Los números pares se consideran femeninos, poco propicios y referidos a momentos de cambio. Los números impares son masculinos, favorables y significativos de un estado avanzado.
UNO, I, 1:
El uno es una semilla, un inicio, un potencial. El todo en potencia. Comienzo, germinación, afirmación de uno mismo, independencia, audacia y liderazgo.
DOS, II, 2:
Acumulación de fuerzas, de deseos, de ideas, de sentimientos, etc. Acumulación, preparación y receptividad. Asociación, pareja, lucha, rivalidad, comunicación, cooperación, compromiso y armonía.
TRES, III, 3:
Es una explosión de energías, de deseos, de ideas y de sentimientos. Estallido que dará lugar a la creación o a la destrucción. Totalidad, talento, energía, éxito, sociabilidad, empatía.
CUATRO, IV, 4:
El equilibrio, la seguridad, estabilidad, maduración, firmeza, organización.
CINCO, V, 5:
La estabilidad se quiebra para perseguir otros ideales, la tentación, aventura, renovación, matrimonio, éxito, inestabilidad, cambios, incertidumbres.
SEIS, VI, 6:
Armonía, amistad, vida familiar, lealtad, amor, belleza.
SIETE, VII, 7:
Inteligencia, fuerza, originalidad, imaginación. Una nueva explosión de fuerza, movimiento más maduro basado en la propia experiencia. Acción.
OCHO, VIII, 8:
Muerte y transformación, estabilidad, éxito en los negocios, finanzas y política. El equilibrio y la perfección.
NUEVE, IX, 9:
Número del iniciado, protección, extranjero, espiritualidad. Representa la totalidad. . Una vez conseguida la perfección sólo nos queda entrar en crisis para ayudar a entrar en el nuevo ciclo desconocido. Crisis y nueva construcción.
DIEZ, X, 10:
Término, consecución, suerte. La totalidad cumplida, final de ciclo que dará paso al siguiente.